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Descriptor de cargo: Responsable de Captación de Fondos

Propósito

El Responsable de Captación de Fondos tiene como propósito diseñar y ejecutar estrategias de recaudación que aseguren ingresos sostenibles para el funcionamiento y crecimiento de la organización. Su rol incide directamente en la consolidación de relaciones con donantes, la eficiencia de las campañas y la alineación de los recursos obtenidos con los objetivos institucionales de la ONG orientada a la sostenibilidad.

Descripción general

El Responsable de Captación de Fondos es un Profesional Intermedio, con rol de contribuyente individual, y corresponde a un cargo crítico para la sostenibilidad financiera de la organización. Pertenece a la función de Desarrollo Institucional, clasificada como función clave del negocio. El cargo reporta directamente a la Dirección Ejecutiva de la ONG.

Sus responsabilidades se distribuyen en un 30% de actividades operativas, un 50% de actividades tácticas y un 20% de actividades estratégicas. Su labor combina la gestión de campañas, el relacionamiento con donantes, la generación de reportes, el análisis de resultados y la propuesta de mejoras para asegurar un flujo constante y sostenible de ingresos institucionales.

Contribuye de forma directa al financiamiento sostenible de la organización mediante el diseño y ejecución de campañas eficaces, el fortalecimiento de relaciones con donantes y el análisis estratégico de datos de captación. Su impacto se extiende desde su equipo inmediato hasta áreas de dirección, comunicaciones y administración, influenciando decisiones institucionales sobre planificación y recursos.

Complejidad e impacto

Profundidad de conocimiento

Conocimiento funcional: El Responsable de Captación de Fondos requiere un conocimiento sólido en recaudación de fondos, marketing relacional y gestión de campañas institucionales. Este conocimiento se adquiere mediante formación universitaria en disciplinas afines y experiencia práctica acumulada. Se espera dominio de conceptos de fidelización, segmentación de públicos y análisis de resultados para diseñar acciones efectivas y alineadas con los objetivos institucionales.

Conocimiento del negocio: El cargo demanda comprensión del ecosistema del tercer sector, los mecanismos de financiamiento de ONG y las motivaciones de donantes individuales y corporativos. Esta visión permite ajustar estrategias de captación según el contexto institucional y las prioridades estratégicas. El conocimiento del negocio es esencial para alinear campañas y mensajes con el posicionamiento, misión y sostenibilidad organizacional.

Desafío

Resolución de problemas: El cargo enfrenta desafíos relacionados con la disminución de donaciones, la identificación de nuevos segmentos de donantes y la optimización de campañas. Exige aplicar pensamiento analítico y creativo para resolver situaciones complejas con información limitada. La persona debe proponer soluciones viables, evaluarlas rápidamente y ajustar sus enfoques en función de los resultados observados.

Liderazgo: Aunque no lidera equipos jerárquicos, ejerce liderazgo transversal a través de la coordinación con otras áreas y la influencia en procesos clave. Se espera que impulse iniciativas, motive la colaboración y promueva mejoras institucionales en la captación de fondos. Su liderazgo se manifiesta en la capacidad de movilizar esfuerzos internos hacia un objetivo común y sostenible.

Comunicación: La comunicación es un componente esencial del cargo, tanto a nivel interno como externo. El Responsable de Captación de Fondos debe transmitir mensajes claros, persuasivos y coherentes con la identidad institucional. Además, debe adaptar sus mensajes a públicos diversos como donantes, equipos internos y socios estratégicos, fortaleciendo la relación y fidelización con cada uno de ellos.

Influencia

Autonomía: El cargo requiere un alto nivel de autonomía para planificar, ejecutar y evaluar campañas de recaudación. Debe tomar decisiones operativas y tácticas sin supervisión constante, priorizar actividades y gestionar su tiempo con eficiencia. Esta autonomía es necesaria dado el dinamismo del entorno y la necesidad de actuar con agilidad frente a nuevas oportunidades o desafíos emergentes.

Forma del impacto: El impacto del cargo se refleja en la generación directa de ingresos que financian proyectos estratégicos de la organización. A través de campañas efectivas, acciones de fidelización y propuestas de mejora, influye en la disponibilidad de recursos para cumplir con la misión institucional. Su contribución es concreta, cuantificable y estratégica para la sostenibilidad organizacional.

Alcance del impacto: El impacto del cargo trasciende el equipo directo, alcanzando a áreas como comunicaciones, finanzas y dirección institucional. Las decisiones y entregables del Responsable de Captación de Fondos influyen en la planificación estratégica, la priorización de programas y la reputación externa de la ONG. Su trabajo afecta tanto procesos internos como la percepción externa de la organización.

Responsabilidades

Actividades operativas (30%)

Actividades tácticas (50%)

Actividades estratégicas (20%)

Requisitos

Formación y experiencia

Conocimientos

Conocimientos clave:

Conocimientos deseables:

Capacidades personales

Competencias

Competencias clave:

Competencias deseables:

Otros

Interacciones

El Responsable de Captación de Fondos interactúa regularmente con las áreas internas de Comunicaciones, Administración y Dirección Ejecutiva para coordinar campañas, validar mensajes y reportar resultados. A nivel externo, mantiene relaciones con donantes individuales, empresas, fundaciones y aliados estratégicos, gestionando vínculos de largo plazo, coordinando aportes y representando a la organización en iniciativas de colaboración institucional.

Evaluación de desempeño

Criterios de evaluación

Ejemplos de indicadores medibles

Información laboral & administrativa

Guía de preguntas y respuestas

Para este cargo se propone una entrevista basada en logros. El candidato deberá presentar entre 3 y 5 logros relevantes, describiendo la complejidad del problema enfrentado, los desafíos de liderazgo y comunicación, el grado de autonomía con que actuó y el impacto generado en la organización.

Descripción de logros

1. Complejidad del problema:

Grado de dificultad, ambigüedad o novedad del problema enfrentado, considerando múltiples variables e impactos organizacionales.

Qué se espera:

El candidato debería describir cómo diseñó una campaña o estrategia para captar recursos en un contexto desafiante, integrando datos de donantes, análisis de retorno e impacto para estructurar una propuesta atractiva.

2. Desafío de liderazgo:

Nivel de influencia, coordinación y movilización de personas o equipos requeridos para avanzar hacia una solución efectiva.

Qué se espera:

El candidato debería describir cómo orientó a voluntarios o miembros del equipo en acciones de contacto, planificación de eventos o gestión de bases de datos, promoviendo eficiencia y compromiso institucional.

3. Desafío de comunicación:

Esfuerzo necesario para alinear intereses, persuadir actores clave y facilitar decisiones en contextos diversos o con información sensible.

Qué se espera:

El candidato debería describir cómo adaptó mensajes a distintos públicos (empresas, individuos, fundaciones), combinando sensibilidad social con claridad técnica para movilizar apoyos.

4. Grado de autonomía:

Nivel de independencia en el análisis, decisión y ejecución, sin necesidad de supervisión directa o validaciones jerárquicas constantes.

Qué se espera:

El candidato debería describir cómo gestionó de forma autónoma una campaña o evento clave, tomando decisiones sobre ejecución, materiales y contacto con donantes dentro de los lineamientos institucionales.

5. Impacto organizacional:

Manera en que la acción realizada transformó estructuras, procesos o decisiones, modificando el funcionamiento o dirección de la organización.

Qué se espera:

El candidato debería describir cómo sus acciones contribuyeron al cumplimiento de metas de recaudación, ampliaron la red de donantes o posicionaron la causa en nuevas audiencias.

Demanda cognitiva del cargo

Este análisis se basa en la aplicación estructurada de modelos científicos reconocidos en psicología cognitiva, especialmente el modelo CHC (Cattell–Horn–Carroll), que clasifica las capacidades mentales en seis dominios estables y medibles para describir la demanda cognitiva del trabajo: Inteligencia Fluida (Gf), Inteligencia Cristalizada (Gc), Memoria de Trabajo (Gwm), Velocidad de Procesamiento (Gs), Capacidad Visoespacial (Gv) y Memoria a Largo Plazo y Recuperación (Glr).

Estas capacidades permiten describir con precisión los procesos mentales que requiere el ocupante de un cargo para enfrentar distintos tipos de desafíos intelectuales que demanda el rol, desde la resolución de problemas inéditos hasta la retención eficiente de información, el análisis verbal complejo o la integración de aprendizajes previos.

Las demandas cognitivas se organizan en tres niveles de relevancia para el cargo: capacidades clave, complementarias y no relevantes. Una capacidad clave es esencial para cumplir con las exigencias cognitivas del rol; su nivel requerido será Medio, Medio-alto o Alto, en función del grado de desafío identificado. Una capacidad complementaria no es imprescindible, pero puede potenciar el desempeño en ciertos contextos laborales o tareas específicas, y niveles bajos podrían representar una limitación bajo presión o carga elevada. Por último, una capacidad no relevante tiene bajo o nulo impacto directo en el desempeño esperado, aunque niveles muy bajos podrían afectar el funcionamiento general si interactúan con otras debilidades del entorno o del rol.

Perfilamiento del ocupante del cargo

Este perfilamiento está basado en el modelo de personalidad Big Five, reconocido globalmente por su solidez científica y su capacidad para predecir el desempeño en distintos entornos laborales. La evaluación se realiza considerando 10 rasgos que componen los cinco factores principales de la personalidad: Apertura, Responsabilidad, Amabilidad, Extraversión y Neuroticismo.

La apertura en 10 rasgos permite una mayor precisión y profundidad en la definición de los requisitos intelectuales, conductuales y emocionales del ocupante del cargo, al capturar matices como el estilo de pensamiento, la forma de relacionarse, la organización personal o la respuesta ante la presión. Además, facilita distinguir cuáles rasgos son más estables y cuáles presentan mayor maleabilidad, lo que resulta clave tanto para la selección como para el desarrollo y la gestión del talento.

Los requisitos del perfil se organizan en torno a cuatro niveles de relevancia para el cargo: rasgos clave, complementarios, acotados y no relevantes. Un rasgo clave es esencial para el éxito en el cargo y determina la capacidad del ocupante para cumplir con las exigencias del rol; su intensidad requerida será Media, Media-Alta o Alta. Un rasgo complementario no es estrictamente necesario, pero potencia el desempeño en ciertas situaciones del rol. Un rasgo acotado puede estar presente, pero controlado, ya que niveles altos podrían generar desalineación con el cargo. Por último, un rasgo no relevante tiene bajo o nulo impacto en el desempeño esperado, aunque niveles muy bajos podrían afectar indirectamente ciertas conductas básicas de funcionamiento laboral, por lo que no deben ser descartados sin análisis contextual.

Ajuste a la cultura organizacional

La cultura organizacional se configura como un entorno relacional, participativo y comprometido con una causa trascendente. El trabajo diario se desarrolla en base a la colaboración activa, el apoyo mutuo y la vocación de servicio. Los liderazgos son cercanos y promueven vínculos horizontales, reforzando el sentido de propósito colectivo. Las relaciones laborales priorizan el bienestar emocional, la empatía y la construcción de comunidad, en un marco que equilibra apertura al cambio con prácticas que sostienen la identidad compartida.

Esta organización privilegia con claridad la orientación hacia propósitos colectivos y transformadores, por sobre la búsqueda de logros personales o reconocimiento individual. Existe un balance entre la necesidad de orden y la apertura a nuevas ideas, permitiendo el funcionamiento de estructuras adaptativas con cierto grado de estabilidad. Se valoran ambientes emocionalmente positivos, con énfasis en el bienestar de las personas, más que en la estricta adhesión a normas o exigencias formales. En el plano relacional, se promueve con fuerza la cohesión, la integración y el compromiso con el grupo, por sobre la expresión personal individualizada. Este patrón cultural favorece la incorporación de personas generosas, comprometidas y emocionalmente disponibles, que se movilizan por causas mayores y encuentran sentido en la colaboración afectiva y sostenida.

Para caracterizar al individuo que encarna esta cultura, se emplea el marco de los valores de Schwartz, un conjunto de principios universales que reflejan aquello que una persona valora, privilegia y considera importante al tomar decisiones y relacionarse en el trabajo. Precisar el nivel de cada valor permite traducir la dinámica cultural descrita en pautas de comportamiento concretas, desde la visión organizacional hasta el perfil personal que la representa.

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