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Descriptor de cargo: Ingeniero de Proyectos Renovables

Propósito

El Ingeniero de Proyectos Renovables tiene como propósito principal liderar y coordinar el desarrollo técnico de proyectos de energía renovable, desde su fase conceptual hasta la implementación. Su rol es clave para asegurar la viabilidad técnica, el cumplimiento regulatorio y la alineación con los objetivos estratégicos de la compañía en materia de sustentabilidad energética.

Descripción general

El Ingeniero de Proyectos Renovables es un Profesional de Nivel Intermedio, con rol de contribuyente individual, y corresponde a un cargo clave para la innovación energética de la organización. Pertenece a la función de Proyectos y Energía, clasificada como función clave del negocio. El cargo reporta directamente al Jefe de Proyectos de Energía Renovable.

Sus responsabilidades se distribuyen en un 50% de actividades tácticas, un 30% de actividades operativas y un 20% de actividades estratégicas. Su labor combina el análisis técnico, la coordinación de iniciativas interfuncionales, la supervisión de proyectos y la gestión regulatoria, contribuyendo a la implementación exitosa de soluciones energéticas sostenibles.

Contribuye a la transformación energética del negocio mediante la ejecución de proyectos renovables viables, sostenibles y alineados con la estrategia corporativa. Su impacto se extiende a áreas como Ingeniería, Finanzas, Medio Ambiente y Operaciones, promoviendo una transición energética eficiente, segura y alineada con los objetivos corporativos.

Complejidad e impacto

Profundidad de conocimiento

Conocimiento funcional: El cargo exige un dominio técnico avanzado en sistemas de generación renovable, particularmente en tecnologías solares, eólicas o híbridas, junto con conocimientos en diseño de proyectos, normativa técnica y eficiencia energética. Se espera que el profesional sea capaz de aplicar estándares de ingeniería, criterios de diseño y herramientas de simulación para dimensionar soluciones efectivas y viables.

Conocimiento del negocio: El Ingeniero de Proyectos Renovables debe comprender el contexto energético y estratégico de la organización, así como la cadena de valor de los proyectos energéticos. Requiere conocimientos sobre planificación energética, retorno de inversión, criterios ESG, y cómo los proyectos renovables aportan a la rentabilidad, reputación y sostenibilidad del negocio.

Desafío

Resolución de problemas: El cargo enfrenta desafíos técnicos complejos que requieren análisis multidisciplinario, adaptación a nuevas tecnologías y solución de contingencias en la ejecución de proyectos. La resolución de problemas implica identificar riesgos, evaluar alternativas y tomar decisiones fundamentadas para asegurar la viabilidad de las iniciativas, manteniendo el equilibrio entre calidad técnica, costo, plazo y cumplimiento normativo.

Liderazgo: Aunque no tiene personal a cargo, ejerce liderazgo funcional al coordinar equipos internos y externos, alinear objetivos técnicos y gestionar requerimientos de múltiples áreas. Debe influir técnicamente sobre proveedores, consultores y áreas de apoyo, liderando procesos colaborativos que aseguren el avance fluido y exitoso de los proyectos renovables.

Comunicación: El Ingeniero de Proyectos Renovables debe comunicar información técnica con claridad y precisión, tanto a audiencias especializadas como a otras áreas no técnicas. Requiere habilidades para elaborar reportes, presentaciones ejecutivas y documentación técnica, así como para negociar y coordinar con proveedores, autoridades regulatorias y equipos internos.

Influencia

Autonomía: El cargo requiere un nivel alto de autonomía en la planificación, ejecución y seguimiento técnico de los proyectos. Si bien se enmarca en lineamientos estratégicos y reporta a una jefatura, debe tomar decisiones técnicas en tiempo real, resolver imprevistos en terreno y ajustar el curso de acción conforme a criterios técnicos y operacionales.

Forma del impacto: El impacto del cargo se da principalmente a través de entregables técnicos y la ejecución efectiva de proyectos. La calidad de sus diseños, especificaciones y supervisión incide directamente en el éxito de las iniciativas, la reducción de riesgos operativos y el cumplimiento de los objetivos estratégicos en materia energética.

Alcance del impacto: El alcance del cargo es transversal dentro de la organización. Sus decisiones y entregables técnicos afectan a múltiples áreas, como Ingeniería, Medio Ambiente, Finanzas y Operaciones. Además, su aporte técnico puede influir en decisiones estratégicas relacionadas con inversión, cumplimiento regulatorio y sostenibilidad energética.

Responsabilidades

Actividades operativas (30%)

Actividades tácticas (50%)

Actividades estratégicas (20%)

Requisitos

Formación y experiencia

Conocimientos

Conocimientos clave:

Conocimientos deseables:

Capacidades personales

Competencias

Competencias clave:

Competencias deseables:

Otros

Interacciones

El Ingeniero de Proyectos Renovables interactúa permanentemente con áreas internas como Ingeniería, Medio Ambiente, Legal, Finanzas y Operaciones para coordinar especificaciones técnicas, evaluar factibilidad y asegurar la viabilidad de los proyectos. Externamente, mantiene relación con proveedores, consultores, contratistas y organismos regulatorios para gestionar permisos, validar soluciones técnicas y supervisar el cumplimiento normativo en todas las fases del proyecto.

Evaluación de desempeño

Criterios de evaluación

Ejemplos de indicadores medibles

Información laboral & administrativa

Guía de preguntas y respuestas

Para este cargo se propone una entrevista basada en logros. El candidato deberá presentar entre 3 y 5 logros relevantes, describiendo la complejidad del problema enfrentado, los desafíos de liderazgo y comunicación, el grado de autonomía con que actuó y el impacto generado en la organización.

Descripción de logros

1. Complejidad del problema:

Grado de dificultad, ambigüedad o novedad del problema enfrentado, considerando múltiples variables e impactos organizacionales.

Qué se espera:

El candidato debería describir cómo resolvió una restricción técnica o normativa en el diseño o ejecución de un proyecto renovable, utilizando experiencia previa y evaluación estructurada para garantizar cumplimiento y viabilidad.

2. Desafío de liderazgo:

Nivel de influencia, coordinación y movilización de personas o equipos requeridos para avanzar hacia una solución efectiva.

Qué se espera:

El candidato debería describir cómo apoyó a colegas de terreno o ingeniería en la comprensión de planos, estándares técnicos o cronogramas, promoviendo una ejecución ordenada y colaborativa del proyecto.

3. Desafío de comunicación:

Esfuerzo necesario para alinear intereses, persuadir actores clave y facilitar decisiones en contextos diversos o con información sensible.

Qué se espera:

El candidato debería describir cómo explicó criterios técnicos a autoridades, clientes o equipos de implementación, simplificando conceptos complejos y asegurando claridad en la ejecución.

4. Grado de autonomía:

Nivel de independencia en el análisis, decisión y ejecución, sin necesidad de supervisión directa o validaciones jerárquicas constantes.

Qué se espera:

El candidato debería describir cómo tomó decisiones dentro del marco del proyecto ante contingencias técnicas o de diseño, aplicando su criterio profesional para avanzar con eficiencia.

5. Impacto organizacional:

Manera en que la acción realizada transformó estructuras, procesos o decisiones, modificando el funcionamiento o dirección de la organización.

Qué se espera:

El candidato debería describir cómo su trabajo aseguró la calidad técnica del proyecto, evitó reprocesos o facilitó el cumplimiento normativo, mejorando el desempeño general del equipo.

Demanda cognitiva del cargo

Este análisis se basa en la aplicación estructurada de modelos científicos reconocidos en psicología cognitiva, especialmente el modelo CHC (Cattell–Horn–Carroll), que clasifica las capacidades mentales en seis dominios estables y medibles para describir la demanda cognitiva del trabajo: Inteligencia Fluida (Gf), Inteligencia Cristalizada (Gc), Memoria de Trabajo (Gwm), Velocidad de Procesamiento (Gs), Capacidad Visoespacial (Gv) y Memoria a Largo Plazo y Recuperación (Glr).

Estas capacidades permiten describir con precisión los procesos mentales que requiere el ocupante de un cargo para enfrentar distintos tipos de desafíos intelectuales que demanda el rol, desde la resolución de problemas inéditos hasta la retención eficiente de información, el análisis verbal complejo o la integración de aprendizajes previos.

Las demandas cognitivas se organizan en tres niveles de relevancia para el cargo: capacidades clave, complementarias y no relevantes. Una capacidad clave es esencial para cumplir con las exigencias cognitivas del rol; su nivel requerido será Medio, Medio-alto o Alto, en función del grado de desafío identificado. Una capacidad complementaria no es imprescindible, pero puede potenciar el desempeño en ciertos contextos laborales o tareas específicas, y niveles bajos podrían representar una limitación bajo presión o carga elevada. Por último, una capacidad no relevante tiene bajo o nulo impacto directo en el desempeño esperado, aunque niveles muy bajos podrían afectar el funcionamiento general si interactúan con otras debilidades del entorno o del rol.

Perfilamiento del ocupante del cargo

Este perfilamiento está basado en el modelo de personalidad Big Five, reconocido globalmente por su solidez científica y su capacidad para predecir el desempeño en distintos entornos laborales. La evaluación se realiza considerando 10 rasgos que componen los cinco factores principales de la personalidad: Apertura, Responsabilidad, Amabilidad, Extraversión y Neuroticismo.

La apertura en 10 rasgos permite una mayor precisión y profundidad en la definición de los requisitos intelectuales, conductuales y emocionales del ocupante del cargo, al capturar matices como el estilo de pensamiento, la forma de relacionarse, la organización personal o la respuesta ante la presión. Además, facilita distinguir cuáles rasgos son más estables y cuáles presentan mayor maleabilidad, lo que resulta clave tanto para la selección como para el desarrollo y la gestión del talento.

Los requisitos del perfil se organizan en torno a cuatro niveles de relevancia para el cargo: rasgos clave, complementarios, acotados y no relevantes. Un rasgo clave es esencial para el éxito en el cargo y determina la capacidad del ocupante para cumplir con las exigencias del rol; su intensidad requerida será Media, Media-Alta o Alta. Un rasgo complementario no es estrictamente necesario, pero potencia el desempeño en ciertas situaciones del rol. Un rasgo acotado puede estar presente, pero controlado, ya que niveles altos podrían generar desalineación con el cargo. Por último, un rasgo no relevante tiene bajo o nulo impacto en el desempeño esperado, aunque niveles muy bajos podrían afectar indirectamente ciertas conductas básicas de funcionamiento laboral, por lo que no deben ser descartados sin análisis contextual.

Ajuste a la cultura organizacional

La cultura organizacional se define por su orientación al control operacional, la eficiencia técnica y la mejora continua. El trabajo se organiza bajo estándares exigentes, con liderazgo estructurado y foco en el cumplimiento de objetivos medibles. Los procesos se ejecutan en contextos que requieren precisión, atención a normas y capacidad de respuesta ante condiciones cambiantes. Las relaciones laborales son mayoritariamente funcionales, con un énfasis en la claridad de roles, la responsabilidad individual y la alineación con estándares organizacionales. La toma de decisiones privilegia la reducción de riesgos y la consistencia estructural, con márgenes acotados de autonomía.

En esta organización, la prioridad está en el rendimiento individual, el reconocimiento por logros y la consolidación de estatus profesional, más que en la orientación a causas compartidas o misiones éticas. Se privilegia el orden, la estabilidad y la previsibilidad operativa por sobre la exploración o la innovación. Las prácticas están orientadas al cumplimiento de estándares institucionales, aunque con menor énfasis en generar un entorno laboral estimulante. En cuanto a la dimensión relacional, se mantiene un equilibrio entre la expresión individual y la integración al grupo, sin predominancia marcada por ninguna. Este patrón configura un entorno donde encajan personas orientadas a la eficiencia, comprometidas con el deber, y con alta capacidad para operar dentro de marcos estructurados y exigentes.

Para caracterizar al individuo que encarna esta cultura, se emplea el marco de los valores de Schwartz, un conjunto de principios universales que reflejan aquello que una persona valora, privilegia y considera importante al tomar decisiones y relacionarse en el trabajo. Precisar el nivel de cada valor permite traducir la dinámica cultural descrita en pautas de comportamiento concretas, desde la visión organizacional hasta el perfil personal que la representa.

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