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Descriptor de cargo: Ingeniero de Planificación

Propósito

El Ingeniero de Planificación tiene como propósito principal desarrollar, actualizar y optimizar los planes de producción minera de corto y mediano plazo, asegurando su coherencia con las metas estratégicas y operacionales de la compañía. Su labor impacta directamente en la continuidad operativa, el uso eficiente de los recursos y la toma de decisiones técnicas, contribuyendo a la sustentabilidad, rentabilidad y seguridad del negocio extractivo.

Descripción general

El Ingeniero de Planificación es un Profesional de Nivel Intermedio, con rol de contribuyente individual, y corresponde a un cargo crítico para la continuidad operativa del negocio. Pertenece a la función de Planificación y Operaciones, clasificada como función clave del negocio. El cargo reporta directamente al Jefe de Planificación, quien a su vez reporta al Superintendente de Planificación y Control Mina.

Sus responsabilidades se distribuyen en un 50% de actividades tácticas, un 30% de actividades operativas y un 20% de actividades estratégicas. El rol integra información geológica, geotécnica y operacional para generar planes de producción que aseguren el cumplimiento de metas, optimización de recursos y cumplimiento normativo en todas las fases del proceso extractivo.

Contribuye directamente al cumplimiento de metas productivas y a la toma de decisiones técnicas mediante la elaboración de planes viables y sustentables. Su impacto se extiende a las áreas de operaciones mina, geología, geotecnia y mantenimiento, influenciando la coordinación interárea y la ejecución efectiva del plan minero diario, semanal y mensual.

Complejidad e impacto

Profundidad de conocimiento

Conocimiento funcional: El cargo requiere un conocimiento técnico sólido en planificación minera, manejo de software especializado (como Vulcan, Minesight o similares) y comprensión detallada de procesos geológicos, geotécnicos y operacionales. Este dominio se complementa con la capacidad de integrar información técnica diversa para desarrollar planes viables. La complejidad funcional implica aplicar estándares técnicos rigurosos en entornos dinámicos y con altos requerimientos de precisión.

Conocimiento del negocio: El Ingeniero de Planificación debe comprender el modelo operativo de la unidad minera y su impacto en el negocio global. Esto incluye conocimientos sobre continuidad operacional, cumplimiento de metas productivas, gestión de recursos y alineamiento con planes estratégicos de producción. Su conocimiento permite anticipar desviaciones críticas, optimizar recursos y contribuir al cumplimiento del presupuesto operacional y proyecciones de largo plazo.

Desafío

Resolución de problemas: La resolución de problemas en este cargo exige analizar información técnica compleja, anticipar restricciones operacionales y generar soluciones viables en tiempo acotado. Se enfrenta a desafíos recurrentes como variabilidad geológica, fallas mecánicas o condiciones climáticas adversas, lo que requiere juicio técnico y habilidades de análisis para reajustar planes diarios o semanales sin comprometer la continuidad ni la seguridad de las operaciones.

Liderazgo: Aunque el cargo no tiene personal a cargo, ejerce liderazgo técnico funcional al coordinar y alinear equipos de geología, operaciones y mantenimiento en torno a la ejecución del plan minero. Influye en la toma de decisiones de corto plazo mediante su capacidad de argumentar técnicamente, validar información crítica y asegurar el cumplimiento del plan mediante articulación efectiva con múltiples actores operativos.

Comunicación: El Ingeniero de Planificación debe comunicar planes de producción y sus fundamentos de manera clara y técnica, tanto a operadores como a profesionales de otras disciplinas. La comunicación debe adaptarse al nivel técnico de cada audiencia y facilitar la toma de decisiones. Además, debe redactar reportes claros, presentaciones ejecutivas y alertas operacionales comprensibles en entornos de alta exigencia y ritmo acelerado.

Influencia

Autonomía: El cargo requiere actuar con autonomía en la preparación de planes mineros, en la validación de información técnica y en la coordinación operativa. Si bien responde a lineamientos estratégicos definidos por la jefatura, debe tomar decisiones técnicas autónomas frente a condiciones cambiantes en terreno, ajustando actividades de producción dentro de marcos definidos, sin necesidad de validación constante.

Forma del impacto: El impacto del rol se da a través de la provisión de información técnica estructurada y la elaboración de planes que habilitan la ejecución efectiva del proceso productivo. No toma decisiones finales sobre la operación, pero sus entregables son insumos clave para la programación diaria y semanal de la mina, afectando directamente el cumplimiento de metas y la utilización eficiente de los recursos.

Alcance del impacto: El alcance del cargo es principalmente a nivel de su unidad operativa. Sus decisiones y entregables impactan directamente en las áreas de operaciones mina, geología, geotecnia y mantenimiento. Aunque su influencia no trasciende a nivel corporativo, tiene un efecto directo en el cumplimiento de KPIs operacionales, continuidad del proceso extractivo y eficiencia en la ejecución de la planificación mina.

Responsabilidades

Actividades operativas (30%)

Actividades tácticas (50%)

Actividades estratégicas (20%)

Requisitos

Formación y experiencia

Conocimientos

Conocimientos clave:

Conocimientos deseables:

Capacidades personales

Competencias

Competencias clave:

Competencias deseables:

Otros

Interacciones

El Ingeniero de Planificación mantiene interacción permanente con áreas internas como Operaciones, Geología, Geotecnia y Mantenimiento para coordinar planes mineros, validar información técnica y asegurar la viabilidad de la programación semanal y mensual. A nivel externo, se relaciona ocasionalmente con consultores especializados para la revisión o mejora de metodologías de planificación o análisis técnico específico.

Evaluación de desempeño

Criterios de evaluación

Ejemplos de indicadores medibles

Información laboral & administrativa

Guía de preguntas y respuestas

Para este cargo se propone una entrevista basada en logros. El candidato deberá presentar entre 3 y 5 logros relevantes, describiendo la complejidad del problema enfrentado, los desafíos de liderazgo y comunicación, el grado de autonomía con que actuó y el impacto generado en la organización.

Descripción de logros

1. Complejidad del problema:

Grado de dificultad, ambigüedad o novedad del problema enfrentado, considerando múltiples variables e impactos organizacionales.

Qué se espera:

El candidato debería describir cómo aplicó conocimiento técnico para resolver una restricción de planificación minera, usando precedentes y datos operacionales para optimizar secuencias de corto o mediano plazo.

2. Desafío de liderazgo:

Nivel de influencia, coordinación y movilización de personas o equipos requeridos para avanzar hacia una solución efectiva.

Qué se espera:

El candidato debería describir cómo apoyó a colegas en el uso de software de planificación o análisis de escenarios, mostrando habilidades de mentoría y colaboración transversal sin rol jerárquico.

3. Desafío de comunicación:

Esfuerzo necesario para alinear intereses, persuadir actores clave y facilitar decisiones en contextos diversos o con información sensible.

Qué se espera:

El candidato debería describir cómo explicó modelos o proyecciones técnicas a áreas operativas o geológicas, adaptando el lenguaje y asegurando comprensión práctica de sus recomendaciones.

4. Grado de autonomía:

Nivel de independencia en el análisis, decisión y ejecución, sin necesidad de supervisión directa o validaciones jerárquicas constantes.

Qué se espera:

El candidato debería describir cómo propuso e implementó ajustes de planificación de manera autónoma, dentro de parámetros establecidos, demostrando criterio técnico y orientación a la mejora continua.

5. Impacto organizacional:

Manera en que la acción realizada transformó estructuras, procesos o decisiones, modificando el funcionamiento o dirección de la organización.

Qué se espera:

El candidato debería describir cómo sus planes o análisis contribuyeron a decisiones operativas clave, mejoraron la coordinación entre áreas o elevaron la calidad de información para la toma de decisiones.

Demanda cognitiva del cargo

Este análisis se basa en la aplicación estructurada de modelos científicos reconocidos en psicología cognitiva, especialmente el modelo CHC (Cattell–Horn–Carroll), que clasifica las capacidades mentales en seis dominios estables y medibles para describir la demanda cognitiva del trabajo: Inteligencia Fluida (Gf), Inteligencia Cristalizada (Gc), Memoria de Trabajo (Gwm), Velocidad de Procesamiento (Gs), Capacidad Visoespacial (Gv) y Memoria a Largo Plazo y Recuperación (Glr).

Estas capacidades permiten describir con precisión los procesos mentales que requiere el ocupante de un cargo para enfrentar distintos tipos de desafíos intelectuales que demanda el rol, desde la resolución de problemas inéditos hasta la retención eficiente de información, el análisis verbal complejo o la integración de aprendizajes previos.

Las demandas cognitivas se organizan en tres niveles de relevancia para el cargo: capacidades clave, complementarias y no relevantes. Una capacidad clave es esencial para cumplir con las exigencias cognitivas del rol; su nivel requerido será Medio, Medio-alto o Alto, en función del grado de desafío identificado. Una capacidad complementaria no es imprescindible, pero puede potenciar el desempeño en ciertos contextos laborales o tareas específicas, y niveles bajos podrían representar una limitación bajo presión o carga elevada. Por último, una capacidad no relevante tiene bajo o nulo impacto directo en el desempeño esperado, aunque niveles muy bajos podrían afectar el funcionamiento general si interactúan con otras debilidades del entorno o del rol.

Perfilamiento del ocupante del cargo

Este perfilamiento está basado en el modelo de personalidad Big Five, reconocido globalmente por su solidez científica y su capacidad para predecir el desempeño en distintos entornos laborales. La evaluación se realiza considerando 10 rasgos que componen los cinco factores principales de la personalidad: Apertura, Responsabilidad, Amabilidad, Extraversión y Neuroticismo.

La apertura en 10 rasgos permite una mayor precisión y profundidad en la definición de los requisitos intelectuales, conductuales y emocionales del ocupante del cargo, al capturar matices como el estilo de pensamiento, la forma de relacionarse, la organización personal o la respuesta ante la presión. Además, facilita distinguir cuáles rasgos son más estables y cuáles presentan mayor maleabilidad, lo que resulta clave tanto para la selección como para el desarrollo y la gestión del talento.

Los requisitos del perfil se organizan en torno a cuatro niveles de relevancia para el cargo: rasgos clave, complementarios, acotados y no relevantes. Un rasgo clave es esencial para el éxito en el cargo y determina la capacidad del ocupante para cumplir con las exigencias del rol; su intensidad requerida será Media, Media-Alta o Alta. Un rasgo complementario no es estrictamente necesario, pero potencia el desempeño en ciertas situaciones del rol. Un rasgo acotado puede estar presente, pero controlado, ya que niveles altos podrían generar desalineación con el cargo. Por último, un rasgo no relevante tiene bajo o nulo impacto en el desempeño esperado, aunque niveles muy bajos podrían afectar indirectamente ciertas conductas básicas de funcionamiento laboral, por lo que no deben ser descartados sin análisis contextual.

Ajuste a la cultura organizacional

La cultura organizacional se estructura sobre principios de orden, precisión y cumplimiento riguroso de estándares operativos. El entorno laboral está definido por jerarquías claras, procesos formales y una alta orientación al control de riesgos. Las relaciones tienden a ser funcionales y orientadas al cumplimiento de roles bien definidos, con liderazgos que ejercen autoridad técnica y operativa. Se prioriza la estabilidad estructural, la eficiencia continua y la capacidad de respuesta ante escenarios exigentes, en un marco donde el apego a procedimientos y la seguridad son fundamentales para la operación diaria.

Esta organización privilegia la visibilidad del rendimiento y el reconocimiento profesional por sobre las causas colectivas o el bienestar social. El foco cultural está puesto en alcanzar metas exigentes y posicionarse individualmente, más que en adherirse a misiones trascendentes. La necesidad de orden, previsibilidad y control domina ampliamente frente a la búsqueda de innovación o apertura al cambio. A nivel relacional, se mantiene un equilibrio entre seguir normas y generar ambientes de trabajo agradables, aunque con una leve preferencia por el cumplimiento estructural. Finalmente, se observa una tensión balanceada entre la integración al grupo y la expresión personal, sin una inclinación marcada hacia ninguno de los dos polos. Este patrón impulsa un entorno donde prosperan personas disciplinadas, responsables y orientadas a resultados, capaces de actuar con claridad en marcos normativos exigentes.

Para caracterizar al individuo que encarna esta cultura, se emplea el marco de los valores de Schwartz, un conjunto de principios universales que reflejan aquello que una persona valora, privilegia y considera importante al tomar decisiones y relacionarse en el trabajo. Precisar el nivel de cada valor permite traducir la dinámica cultural descrita en pautas de comportamiento concretas, desde la visión organizacional hasta el perfil personal que la representa.

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