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Descriptor de cargo: Encargado de Transporte

Propósito

El Encargado de Transporte tiene como propósito coordinar y asegurar la correcta ejecución de los despachos, monitoreando la flota, resolviendo incidencias y manteniendo actualizados los sistemas logísticos. Es responsable de garantizar la continuidad y eficiencia operativa del servicio de transporte, cumpliendo con los tiempos establecidos y con los estándares de calidad requeridos. Su desempeño impacta directamente en la satisfacción del cliente interno y en la confiabilidad del proceso logístico.

Descripción general

Es un contribuyente individual del nivel Soporte Líder. No tiene personas a cargo, pero actúa como referente técnico dentro del equipo, coordinando tareas y asegurando el cumplimiento de los procesos establecidos. Reporta directamente al Jefe de Transporte y Despacho.

Realiza principalmente actividades operativas (80%) y tácticas (20%), con foco en la planificación, monitoreo y ejecución de los despachos. Su rol es esencial para asegurar la continuidad del servicio logístico y el cumplimiento de los tiempos comprometidos con los clientes.

El impacto del cargo se da principalmente en su equipo inmediato, mejorando su efectividad mediante la precisión de la planificación logística y la capacidad de respuesta ante incidencias en la operación.

Complejidad e impacto

Profundidad de conocimiento

Conocimiento funcional: Posee un conocimiento avanzado de los procesos y procedimientos logísticos en el ámbito del transporte, adquiriendo habilidades a través de una notable combinación de experiencia laboral y formación académica. Se espera que aplique estos conocimientos en la coordinación y supervisión de rutas y despachos, asegurando el cumplimiento de los procedimientos establecidos y optimizando el uso de herramientas tecnológicas como WMS, TMS y SAP..

Conocimiento del negocio: La comprensión del negocio se centra en cómo las actividades de su equipo de logística se integran con los objetivos departamentales. Se requiere que entienda el impacto de su rol en la cadena de suministro y cómo la coordinación eficiente de transporte contribuye a la calidad del servicio al cliente y al logro de los objetivos organizacionales.

Desafío

Resolución de problemas: Resuelve problemas apoyándose en su criterio basado en prácticas establecidas y precedentes. Afronta desafíos logísticos moderadamente complejos, requiriendo la evaluación de situaciones únicas y la aplicación de experiencias pasadas. Su rol demanda juicio sólido para adaptar soluciones a problemas que no están totalmente cubiertos por procedimientos estándar, asegurando un flujo operativo sin contratiempos.

Liderazgo: En su capacidad como Soporte Manual Líder, ejerce un liderazgo de equipo no formal, asignando y supervisando tareas operativas. Coordina eficazmente al equipo de transporte, asegurando que las actividades se completen dentro de los estándares de calidad y tiempo. Su rol implica actuar también como mentor, potenciando el desarrollo de habilidades dentro del equipo al compartir conocimientos y experiencias.

Comunicación: El rol exige un constante intercambio de información con diversos miembros del equipo y otros departamentos. La habilidad para comunicar de manera clara y precisa es fundamental, especialmente al tratar con situaciones complejas que involucran contactos difíciles. La comunicación efectiva asegura que las actividades de transporte se coordinen adecuadamente y se mantenga la eficiencia operativa.

Influencia

Autonomía: Goza de una significativa autonomía para analizar y elegir entre diversas opciones en la gestión de problemas logísticos. Aunque la supervisión es moderada, su enfoque se centra más en los resultados que en los métodos, permitiéndole ajustar procesos y tomar decisiones independientemente en situaciones cotidianas, dentro de un marco de normas y procedimientos establecidos.

Forma del impacto: El impacto logrado se manifiesta principalmente a través de la meticulosidad en la ejecución de sus tareas, garantizando un servicio logístico de alta calidad. Su aporte, aunque pequeño en un nivel individual, es crucial para facilitar una operación logística fluida que ayuda a otros equipos a tomar decisiones informadas y mantener un alto estándar de servicio al cliente.

Alcance del impacto: La influencia se circunscribe al equipo de transporte, donde sus acciones y la calidad de su trabajo repercuten directamente en la eficacia colectiva del equipo. A través de sus contribuciones, se refleja un incremento en el rendimiento y la efectividad del grupo, asegurando que el área logística impacte positivamente en la satisfacción del cliente y en los procesos internos del negocio.

Responsabilidades

Actividades operativas (80%)

Actividades tácticas (20%)

Actividades estratégicas (0%)

No aplica para este cargo.

Requisitos

Formación y experiencia

Conocimientos

Conocimientos clave:

Conocimientos deseables:

Capacidades personales

Competencias

Competencias clave:

Competencias deseables:

Otros

No aplica para este cargo.

Interacciones

El Encargado de Transporte mantiene interacciones internas frecuentes con el equipo de logística, incluyendo supervisores de bodega, planificadores y asistentes administrativos, para coordinar rutas, despachos y asignación de flota. Se comunica también con su jefatura directa para reportar indicadores y contingencias operativas. Externamente, se relaciona habitualmente con conductores contratados y empresas proveedoras de transporte para coordinar el cumplimiento de servicios logísticos, gestionar imprevistos y asegurar estándares operativos. Estas interacciones son mayoritariamente de coordinación, apoyo y supervisión táctica, reflejando su contribución individual en un contexto operativo y su rol como nexo funcional en la cadena logística.

Evaluación de desempeño

Criterios de evaluación

Ejemplos de indicadores medibles

Información laboral & administrativa

Guía de preguntas y respuestas

Para este cargo se propone una entrevista basada en competencias. A continuación, se presentan las preguntas sugeridas para cada competencia identificada, junto con las expectativas de respuesta alineadas con los requerimientos del rol.

Competencias clave

Competencias deseables

Demanda cognitiva del cargo

Este análisis se basa en la aplicación estructurada de modelos científicos reconocidos en psicología cognitiva, especialmente el modelo CHC (Cattell–Horn–Carroll), que clasifica las capacidades mentales en seis dominios estables y medibles para describir la demanda cognitiva del trabajo: Inteligencia Fluida (Gf), Inteligencia Cristalizada (Gc), Memoria de Trabajo (Gwm), Velocidad de Procesamiento (Gs), Capacidad Visoespacial (Gv) y Memoria a Largo Plazo y Recuperación (Glr).

Estas capacidades permiten describir con precisión los procesos mentales que requiere el ocupante de un cargo para enfrentar distintos tipos de desafíos intelectuales que demanda el rol, desde la resolución de problemas inéditos hasta la retención eficiente de información, el análisis verbal complejo o la integración de aprendizajes previos.

Las demandas cognitivas se organizan en tres niveles de relevancia para el cargo: capacidades clave, complementarias y no relevantes. Una capacidad clave es esencial para cumplir con las exigencias cognitivas del rol; su nivel requerido será Medio, Medio-alto o Alto, en función del grado de desafío identificado. Una capacidad complementaria no es imprescindible, pero puede potenciar el desempeño en ciertos contextos laborales o tareas específicas, y niveles bajos podrían representar una limitación bajo presión o carga elevada. Por último, una capacidad no relevante tiene bajo o nulo impacto directo en el desempeño esperado, aunque niveles muy bajos podrían afectar el funcionamiento general si interactúan con otras debilidades del entorno o del rol.

Perfilamiento del ocupante del cargo

Este perfilamiento está basado en el modelo de personalidad Big Five, reconocido globalmente por su solidez científica y su capacidad para predecir el desempeño en distintos entornos laborales. La evaluación se realiza considerando 10 rasgos que componen los cinco factores principales de la personalidad: Apertura, Responsabilidad, Amabilidad, Extraversión y Neuroticismo.

La apertura en 10 rasgos permite una mayor precisión y profundidad en la definición de los requisitos intelectuales, conductuales y emocionales del ocupante del cargo, al capturar matices como el estilo de pensamiento, la forma de relacionarse, la organización personal o la respuesta ante la presión. Además, facilita distinguir cuáles rasgos son más estables y cuáles presentan mayor maleabilidad, lo que resulta clave tanto para la selección como para el desarrollo y la gestión del talento.

Los requisitos del perfil se organizan en torno a cuatro niveles de relevancia para el cargo: rasgos clave, complementarios, acotados y no relevantes. Un rasgo clave es esencial para el éxito en el cargo y determina la capacidad del ocupante para cumplir con las exigencias del rol; su intensidad requerida será Media, Media-Alta o Alta. Un rasgo complementario no es estrictamente necesario, pero potencia el desempeño en ciertas situaciones del rol. Un rasgo acotado puede estar presente, pero controlado, ya que niveles altos podrían generar desalineación con el cargo. Por último, un rasgo no relevante tiene bajo o nulo impacto en el desempeño esperado, aunque niveles muy bajos podrían afectar indirectamente ciertas conductas básicas de funcionamiento laboral, por lo que no deben ser descartados sin análisis contextual.

Ajuste a la cultura organizacional

La cultura organizacional se caracteriza por su dinamismo, enfoque en la mejora continua y apertura a la experimentación operativa. El trabajo se desarrolla en un entorno de alta exigencia adaptativa, donde se valoran la autonomía, la creatividad aplicada y la respuesta ágil a escenarios cambiantes. Los liderazgos se expresan desde la cercanía funcional, estimulando la toma de iniciativa y la búsqueda constante de soluciones innovadoras. Las relaciones laborales se sostienen en el respeto por la diversidad de estilos, con estructuras menos jerárquicas y una fuerte orientación al aprendizaje colectivo desde la práctica.

Esta organización equilibra la proyección individual con el compromiso hacia objetivos compartidos, sin una dominancia clara entre ambas fuerzas. Se privilegia ampliamente la experimentación, la apertura al cambio y la innovación operativa, por sobre la necesidad de estabilidad estructural. El entorno laboral busca generar condiciones que resulten emocionalmente energizantes, entornos positivos y con margen de acción, sin priorizar el cumplimiento estricto de normas. En el plano relacional, se favorece la expresión personal y la autenticidad por sobre la integración social o la búsqueda de cohesión grupal. Este patrón cultural estimula la incorporación de personas autónomas, curiosas y emocionalmente expresivas, que se sienten cómodas en contextos de cambio y con amplio margen para actuar desde su estilo propio.

Para caracterizar al individuo que encarna esta cultura, se emplea el marco de los valores de Schwartz, un conjunto de principios universales que reflejan aquello que una persona valora, privilegia y considera importante al tomar decisiones y relacionarse en el trabajo. Precisar el nivel de cada valor permite traducir la dinámica cultural descrita en pautas de comportamiento concretas, desde la visión organizacional hasta el perfil personal que la representa.

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