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Descriptor de cargo: Ejecutivo de Ventas de Turismo

Propósito

Gestionar la atención comercial de clientes mayoristas, promoviendo y vendiendo paquetes turísticos, asegurando el cumplimiento de metas de venta, calidad en la atención y fidelización de los clientes.

Descripción general

Es un contribuyente individual del nivel Profesional Junior. No tiene personas a cargo ni ejerce liderazgo funcional. Su trabajo se desarrolla dentro del área de ventas y atención comercial, reportando directamente a un Supervisor de Ventas.

Realiza principalmente actividades operativas (50%) y tácticas (50%), enfocadas en la atención de clientes mayoristas, cierre de ventas, seguimiento postventa y promoción de servicios turísticos. Su labor es clave para mantener relaciones fluidas con clientes y lograr los objetivos comerciales del equipo.

El impacto del cargo se concentra en la función de soporte, con influencia directa en la experiencia del cliente, la calidad del servicio entregado y los resultados de venta de la subfunción comercial.

Complejidad e impacto

Profundidad de conocimiento

Conocimiento funcional: El Ejecutivo de Ventas de Turismo posee un conocimiento técnico sólido sobre productos turísticos, herramientas digitales de cotización, CRM y plataformas como GDS. Aplica su experiencia para interpretar requerimientos, armar paquetes ajustados a las necesidades del cliente y gestionar reservas de manera precisa. Este dominio técnico le permite ofrecer un servicio ágil y personalizado, asegurando fluidez en el proceso comercial y minimizando errores operativos.

Conocimiento del negocio: Comprende claramente cómo sus acciones impactan en el desempeño del equipo comercial y en la posición competitiva de la empresa. Está al tanto de los objetivos de ventas, márgenes definidos y políticas de precios. Además, reconoce las dinámicas del mercado turístico, las temporadas, los segmentos de clientes y las estrategias promocionales, lo que le permite alinear su gestión individual con los resultados esperados por la organización.

Desafío

Resolución de problemas: Resuelve de forma autónoma problemas frecuentes relacionados con reservas, cambios de itinerarios, documentación incompleta o requerimientos especiales de clientes. Analiza la situación, considera restricciones operativas y propone soluciones prácticas que mantengan la satisfacción del cliente sin comprometer la eficiencia del equipo. Cuando surgen dificultades mayores, sabe escalar los casos adecuadamente. Su capacidad de respuesta influye directamente en la percepción del servicio y en la repetición de compra.

Liderazgo: Aunque no tiene personal a cargo, ejerce un liderazgo funcional dentro del equipo comercial. Aporta experiencia práctica, comparte buenas prácticas y apoya a colegas en procesos como el uso de sistemas, armado de propuestas o resolución de casos complejos. Su actitud colaborativa y su dominio de la operación lo convierten en un referente técnico que contribuye a elevar el estándar colectivo de desempeño y orientación al cliente.

Comunicación: Se comunica de forma profesional, clara y adaptada a distintos perfiles de cliente, ya sea vía telefónica, correo electrónico o en reuniones presenciales. Explica condiciones comerciales, servicios incluidos y restricciones con precisión, evitando ambigüedades. Además, mantiene una interacción fluida con operadores, proveedores internos y agencias, asegurando que la información circule de manera eficiente para evitar errores o malas interpretaciones durante el proceso de venta.

Influencia

Autonomía: Opera con autonomía en tareas de cotización, atención de requerimientos y gestión de reservas, tomando decisiones dentro de los márgenes establecidos. Evalúa prioridades, ajusta su agenda y soluciona problemas menores sin supervisión directa. Sin embargo, consulta a su jefe directo ante situaciones excepcionales o fuera de política. Esta autonomía funcional le permite mantener la agilidad comercial y cumplir con estándares de calidad en plazos definidos.

Forma del impacto: Su impacto es directo y tangible en la generación de ingresos de la empresa. Cada venta concretada aporta al cumplimiento de metas comerciales, y la calidad de atención entregada influye en la fidelización del cliente. Además, su capacidad para representar adecuadamente los valores de la empresa contribuye a consolidar una imagen positiva en el mercado, siendo un punto clave de contacto entre la marca y el cliente final.

Alcance del impacto: El alcance del cargo es funcional-operativo dentro del área comercial, incidiendo en los resultados individuales y colectivos del equipo. Influye especialmente en indicadores como cumplimiento de metas de venta, satisfacción del cliente y recurrencia de compra. También puede tener impacto indirecto en la eficiencia operativa del área al identificar mejoras en procesos, flujos de información o integración con proveedores turísticos y equipos administrativos.

Responsabilidades

Actividades operativas (50%)

Actividades tácticas (50%)

Actividades estratégicas (0%)

No aplica para este cargo.

Requisitos

Formación y experiencia

Conocimientos

Conocimientos clave:

Conocimientos deseables:

Capacidades personales

Competencias

Competencias clave:

Competencias deseables:

No aplica para este cargo.

Otros

No aplica para este cargo.

Interacciones

El Ejecutivo de Ventas de Turismo interactúa frecuentemente con clientes mayoristas y agencias de viajes para cotizaciones, cierres y seguimiento de ventas. También se relaciona con áreas internas como marketing, operaciones y atención postventa para asegurar una entrega adecuada de los servicios vendidos. Estas interacciones requieren coordinación efectiva, comunicación clara y orientación permanente al cliente.

Evaluación de desempeño

Criterios de evaluación

Ejemplos de indicadores medibles

Información laboral & administrativa

Guía de preguntas y respuestas

Para este cargo se propone una entrevista basada en competencias. A continuación, se presentan las preguntas sugeridas para cada competencia identificada, junto con las expectativas de respuesta alineadas con los requerimientos del rol.

Competencias clave

Competencias deseables

No aplica para este cargo.

Demanda cognitiva del cargo

Este análisis se basa en la aplicación estructurada de modelos científicos reconocidos en psicología cognitiva, especialmente el modelo CHC (Cattell–Horn–Carroll), que clasifica las capacidades mentales en seis dominios estables y medibles para describir la demanda cognitiva del trabajo: Inteligencia Fluida (Gf), Inteligencia Cristalizada (Gc), Memoria de Trabajo (Gwm), Velocidad de Procesamiento (Gs), Capacidad Visoespacial (Gv) y Memoria a Largo Plazo y Recuperación (Glr).

Estas capacidades permiten describir con precisión los procesos mentales que requiere el ocupante de un cargo para enfrentar distintos tipos de desafíos intelectuales que demanda el rol, desde la resolución de problemas inéditos hasta la retención eficiente de información, el análisis verbal complejo o la integración de aprendizajes previos.

Las demandas cognitivas se organizan en tres niveles de relevancia para el cargo: capacidades clave, complementarias y no relevantes. Una capacidad clave es esencial para cumplir con las exigencias cognitivas del rol; su nivel requerido será Medio, Medio-alto o Alto, en función del grado de desafío identificado. Una capacidad complementaria no es imprescindible, pero puede potenciar el desempeño en ciertos contextos laborales o tareas específicas, y niveles bajos podrían representar una limitación bajo presión o carga elevada. Por último, una capacidad no relevante tiene bajo o nulo impacto directo en el desempeño esperado, aunque niveles muy bajos podrían afectar el funcionamiento general si interactúan con otras debilidades del entorno o del rol.

Perfilamiento del ocupante del cargo

Este perfilamiento está basado en el modelo de personalidad Big Five, reconocido globalmente por su solidez científica y su capacidad para predecir el desempeño en distintos entornos laborales. La evaluación se realiza considerando 10 rasgos que componen los cinco factores principales de la personalidad: Apertura, Responsabilidad, Amabilidad, Extraversión y Neuroticismo.

La apertura en 10 rasgos permite una mayor precisión y profundidad en la definición de los requisitos intelectuales, conductuales y emocionales del ocupante del cargo, al capturar matices como el estilo de pensamiento, la forma de relacionarse, la organización personal o la respuesta ante la presión. Además, facilita distinguir cuáles rasgos son más estables y cuáles presentan mayor maleabilidad, lo que resulta clave tanto para la selección como para el desarrollo y la gestión del talento.

Los requisitos del perfil se organizan en torno a cuatro niveles de relevancia para el cargo: rasgos clave, complementarios, acotados y no relevantes. Un rasgo clave es esencial para el éxito en el cargo y determina la capacidad del ocupante para cumplir con las exigencias del rol; su intensidad requerida será Media, Media-Alta o Alta. Un rasgo complementario no es estrictamente necesario, pero potencia el desempeño en ciertas situaciones del rol. Un rasgo acotado puede estar presente, pero controlado, ya que niveles altos podrían generar desalineación con el cargo. Por último, un rasgo no relevante tiene bajo o nulo impacto en el desempeño esperado, aunque niveles muy bajos podrían afectar indirectamente ciertas conductas básicas de funcionamiento laboral, por lo que no deben ser descartados sin análisis contextual.

Ajuste a la cultura organizacional

La cultura organizacional promueve un entorno relacionalmente cálido, con énfasis en el servicio, la empatía y la capacidad de respuesta a necesidades cambiantes. El trabajo se desarrolla en contextos donde la interacción constante y la disposición para generar experiencias positivas son fundamentales. Los liderazgos se caracterizan por su cercanía y orientación al acompañamiento, y las relaciones laborales se sostienen en la colaboración práctica y el compromiso interpersonal. La estructura es moderada, permitiendo margen para la espontaneidad dentro de marcos operativos definidos, y se valora especialmente la actitud atenta, amable y adaptable.

Esta organización mantiene un equilibrio entre la orientación a metas colectivas y la búsqueda de reconocimiento individual, sin que una motivación prevalezca claramente. La necesidad de estabilidad y apertura al cambio también coexisten, generando un entorno flexible pero estructurado, con capacidad de adaptación sin perder el orden básico. Existe una marcada preferencia por generar condiciones laborales estimulantes, donde el entusiasmo, el bienestar emocional y la vivencia positiva del trabajo son aspectos valorados. En el plano relacional, se equilibra la expresión personal con la integración al equipo, permitiendo una interacción genuina sin exigir uniformidad. Este patrón cultural favorece a personas empáticas, activas y versátiles, con capacidad de conectar emocionalmente y ofrecer experiencias significativas a través del vínculo.

Para caracterizar al individuo que encarna esta cultura, se emplea el marco de los valores de Schwartz, un conjunto de principios universales que reflejan aquello que una persona valora, privilegia y considera importante al tomar decisiones y relacionarse en el trabajo. Precisar el nivel de cada valor permite traducir la dinámica cultural descrita en pautas de comportamiento concretas, desde la visión organizacional hasta el perfil personal que la representa.

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