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Descriptor de cargo: Desarrollador Full Stack

Propósito

El Desarrollador Full Stack tiene como propósito diseñar, desarrollar y mantener aplicaciones web y móviles que respondan a los requerimientos funcionales definidos, asegurando calidad técnica y continuidad operativa. Contribuye directamente al equipo de desarrollo mediante la integración de soluciones escalables, colaborando en la mejora continua de los procesos y garantizando entregables funcionales, mantenibles y alineados con los estándares tecnológicos de la empresa.

Descripción general

El El Desarrollador Full Stack es un Profesional Nivel Intermedio, contribuyente individual dentro de la función clave de Tecnología y Desarrollo. Es un cargo crítico en el equipo de Desarrollo de Software y reporta directamente al Líder Técnico de Desarrollo, quien a su vez depende del Gerente de Ingeniería de Software..

Dedica el 50% de su tiempo a actividades operativas y el 50% a tareas tácticas. Participa en el desarrollo e integración de soluciones digitales, colabora en el mantenimiento de la arquitectura del software, y propone mejoras técnicas que aseguran continuidad, escalabilidad y eficiencia en los productos entregados por el equipo.

Su trabajo impacta directamente en la calidad, funcionalidad y estabilidad de las soluciones tecnológicas entregadas. Aporta al cumplimiento de plazos y estándares técnicos, afectando positivamente el rendimiento del equipo de desarrollo y la satisfacción de usuarios internos o clientes. Su influencia alcanza tanto su equipo como otras áreas relacionadas con tecnología.

Complejidad e impacto

Profundidad de conocimiento

Conocimiento funcional: El Desarrollador Full Stack debe manejar de forma sólida tecnologías frontend y backend, incluyendo frameworks modernos, bases de datos, diseño de APIs y metodologías ágiles. Su dominio técnico le permite implementar soluciones funcionales, eficientes y escalables. Además, debe aplicar buenas prácticas de desarrollo y versionamiento, participando activamente en decisiones arquitectónicas y en la mejora continua de los productos digitales.

Conocimiento del negocio: Debe entender cómo su trabajo impacta la experiencia del usuario, la eficiencia operativa y los objetivos comerciales. Colabora con áreas funcionales para traducir requerimientos en soluciones técnicas viables, considerando restricciones de negocio. Aunque su foco es técnico, debe alinear su trabajo con la estrategia digital de la empresa y aportar a la entrega de valor desde la perspectiva tecnológica.

Desafío

Resolución de problemas: Resuelve desafíos técnicos de diversa complejidad, desde bugs urgentes hasta decisiones estructurales de arquitectura. Analiza requerimientos, identifica causas raíz y propone soluciones efectivas. Usa su experiencia y criterio para priorizar tareas en entornos ágiles, adaptándose a cambios frecuentes. Su capacidad de solución influye directamente en la calidad del producto final y en la eficiencia del equipo de desarrollo.

Liderazgo: Sin tener un rol jerárquico, actúa como referente técnico en su equipo. Brinda apoyo a desarrolladores junior, participa en revisiones de código y propone mejoras en prácticas y estándares. Su liderazgo se basa en el conocimiento, la colaboración y el ejemplo. Contribuye al aprendizaje del equipo y a la consolidación de una cultura de calidad y mejora continua.

Comunicación: Debe comunicar ideas técnicas de manera clara a colegas técnicos y no técnicos. Participa en reuniones de planificación, retroalimentación y definición de soluciones. Su capacidad de comunicación facilita la coordinación con product owners, diseñadores y testers. Además, documenta adecuadamente sus desarrollos, asegurando trazabilidad y mantención futura del código.

Influencia

Autonomía: Trabaja con un alto grado de autonomía para implementar soluciones técnicas dentro de lineamientos definidos. Toma decisiones sobre diseño, herramientas y estructuras de código, consultando al equipo solo en situaciones críticas. Se espera que proponga mejoras técnicas y contribuya con iniciativas que optimicen la calidad, la eficiencia y la sostenibilidad del desarrollo digital.

Forma del impacto: Su impacto se da a través de la calidad técnica del código y la eficacia de las soluciones implementadas. Contribuye directamente a la estabilidad, escalabilidad y rendimiento de los productos digitales. También influye mediante la mentoría a pares, las buenas prácticas que promueve y la colaboración para cumplir con plazos y estándares del equipo.

Alcance del impacto: El alcance de su impacto abarca el equipo de desarrollo y todas las áreas que dependen de los sistemas digitales creados. Su trabajo afecta la experiencia del usuario, el cumplimiento de objetivos del producto y la capacidad del equipo para responder ágilmente a nuevas demandas. También puede incidir en decisiones tecnológicas transversales.

Responsabilidades

Actividades operativas (50%)

Se relacionan con la ejecución directa de tareas y procesos definidos que aseguran el funcionamiento diario. Incluyen la producción de bienes o servicios, atención al cliente, gestión administrativa y operación de sistemas. Son prácticas, rutinarias y de corto plazo, enfocadas en cumplir estándares de calidad, eficiencia y puntualidad.

Actividades tácticas (50%)

Traducen la estrategia en planes y acciones concretas a nivel departamental o funcional. Involucran la planificación, organización y supervisión de recursos y procesos para implementar eficientemente las metas estratégicas. Se centran en coordinar equipos, ejecutar proyectos y resolver problemas operativos con un enfoque de mediano plazo.

Actividades estratégicas (0%)

Se enfocan en definir la dirección a largo plazo de la organización, estableciendo objetivos generales, diseñando planes y tomando decisiones de alto nivel que impactan el futuro del negocio. Incluyen la planificación estratégica, formulación de políticas, gestión de relaciones externas clave, exploración de oportunidades de mercado y definición de prioridades organizacionales.

No aplica para este cargo.

Requisitos

Formación y experiencia

Conocimientos

Contenidos técnicos o procedimentales adquiridos mediante estudios o experiencia, aplicables al desempeño laboral. Incluyen metodologías, normativas, herramientas o procesos específicos del cargo. Son verificables, transferibles y fundamentales para ejercer una función con dominio técnico.

Conocimientos clave:

Conocimientos deseables:

Competencias

Conjunto integrado de comportamientos observables que reflejan la aplicación práctica de conocimientos, habilidades y capacidades en contextos laborales específicos. Las competencias se expresan en la ejecución efectiva de tareas, toma de decisiones, resolución de problemas y colaboración. Las competencias se seleccionan desde un inventario estructurado de 21 competencias laborales universales.

Competencias clave:

Competencias deseables:

Capacidades personales

Disposiciones individuales o talentos naturales que influyen en la forma en que una persona actúa, aprende o se relaciona en el entorno laboral. Estas capacidades pueden desarrollarse con la experiencia, pero tienen una base más estable en la personalidad y el estilo de funcionamiento de cada individuo.

Otros

Interacciones

El Desarrollador Full Stack mantiene interacción permanente con otros desarrolladores, diseñadores UX/UI, product owners y analistas de calidad, para coordinar requerimientos, diseñar soluciones y validar entregables. A nivel externo, puede interactuar con proveedores tecnológicos o comunidades de desarrollo para resolver incidencias, explorar herramientas o implementar mejoras.

Evaluación de desempeño

Criterios de evaluación

Ejemplos de indicadores medibles

Información laboral & administrativa

Guía de preguntas y respuestas

Para este cargo se propone una entrevista basada en competencias. A continuación, se presentan las preguntas sugeridas para cada competencia identificada, junto con las expectativas de respuesta alineadas con los requerimientos del rol.

Competencias clave

Competencias deseables

Demanda cognitiva del cargo

Este análisis se basa en la aplicación estructurada de modelos científicos reconocidos en psicología cognitiva, especialmente el modelo CHC (Cattell–Horn–Carroll), que clasifica las capacidades mentales en seis dominios estables y medibles para describir la demanda cognitiva del trabajo: Inteligencia Fluida (Gf), Inteligencia Cristalizada (Gc), Memoria de Trabajo (Gwm), Velocidad de Procesamiento (Gs), Capacidad Visoespacial (Gv) y Memoria a Largo Plazo y Recuperación (Glr).

Estas capacidades permiten describir con precisión los procesos mentales que requiere el ocupante de un cargo para enfrentar distintos tipos de desafíos intelectuales que demanda el rol, desde la resolución de problemas inéditos hasta la retención eficiente de información, el análisis verbal complejo o la integración de aprendizajes previos.

Las demandas cognitivas se organizan en tres niveles de relevancia para el cargo: capacidades clave, complementarias y no relevantes. Una capacidad clave es esencial para cumplir con las exigencias cognitivas del rol; su nivel requerido será Medio, Medio-alto o Alto, en función del grado de desafío identificado. Una capacidad complementaria no es imprescindible, pero puede potenciar el desempeño en ciertos contextos laborales o tareas específicas, y niveles bajos podrían representar una limitación bajo presión o carga elevada. Por último, una capacidad no relevante tiene bajo o nulo impacto directo en el desempeño esperado, aunque niveles muy bajos podrían afectar el funcionamiento general si interactúan con otras debilidades del entorno o del rol.

Perfilamiento del ocupante del cargo

Este perfilamiento está basado en el modelo de personalidad Big Five, reconocido globalmente por su solidez científica y su capacidad para predecir el desempeño en distintos entornos laborales. La evaluación se realiza considerando 10 rasgos que componen los cinco factores principales de la personalidad: Apertura, Responsabilidad, Amabilidad, Extraversión y Neuroticismo.

La apertura en 10 rasgos permite una mayor precisión y profundidad en la definición de los requisitos intelectuales, conductuales y emocionales del ocupante del cargo, al capturar matices como el estilo de pensamiento, la forma de relacionarse, la organización personal o la respuesta ante la presión. Además, facilita distinguir cuáles rasgos son más estables y cuáles presentan mayor maleabilidad, lo que resulta clave tanto para la selección como para el desarrollo y la gestión del talento.

Los requisitos del perfil se organizan en torno a cuatro niveles de relevancia para el cargo: rasgos clave, complementarios, acotados y no relevantes. Un rasgo clave es esencial para el éxito en el cargo y determina la capacidad del ocupante para cumplir con las exigencias del rol; su intensidad requerida será Media, Media-Alta o Alta. Un rasgo complementario no es estrictamente necesario, pero potencia el desempeño en ciertas situaciones del rol. Un rasgo acotado puede estar presente, pero controlado, ya que niveles altos podrían generar desalineación con el cargo. Por último, un rasgo no relevante tiene bajo o nulo impacto en el desempeño esperado, aunque niveles muy bajos podrían afectar indirectamente ciertas conductas básicas de funcionamiento laboral, por lo que no deben ser descartados sin análisis contextual.

Ajuste a la cultura organizacional

La cultura organizacional promueve un entorno ágil, dinámico y orientado al cambio continuo. El trabajo cotidiano se caracteriza por la autonomía, la experimentación y la disposición a desafiar lo establecido. Los vínculos laborales tienden a ser flexibles, con liderazgos que inspiran desde la visión y el ejemplo más que desde estructuras jerárquicas. Se valoran la creatividad, el aprendizaje constante y la capacidad de adaptación a nuevos escenarios. Las interacciones internas se configuran como espacios de co-construcción, donde se espera que las personas aporten ideas disruptivas, se involucren activamente en procesos de transformación y operen con una mentalidad abierta, resiliente y orientada a la mejora permanente.

Esta organización mantiene un equilibrio entre la orientación a metas compartidas y el avance profesional individual, sin predominar una motivación sobre la otra. La búsqueda de novedades, la apertura a lo incierto y el cuestionamiento activo de lo establecido predominan claramente por sobre la necesidad de estabilidad o control. Existe una fuerte tendencia hacia entornos laboralmente estimulantes, donde se prioriza el entusiasmo, el reconocimiento y el bienestar cotidiano por sobre la adhesión a normas rígidas o procedimientos establecidos. Además, se valora la expresión personal auténtica, permitiendo una alta diversidad en los estilos de trabajo, más que la adaptación al colectivo o la búsqueda de integración social. Este patrón cultural favorece la incorporación de personas curiosas, creativas y autónomas, que se sientan cómodas en entornos cambiantes y con amplios márgenes para expresarse e innovar.

Para caracterizar al individuo que encarna esta cultura, se emplea el marco de los valores de Schwartz, un conjunto de principios universales que reflejan aquello que una persona valora, privilegia y considera importante al tomar decisiones y relacionarse en el trabajo. Precisar el nivel de cada valor permite traducir la dinámica cultural descrita en pautas de comportamiento concretas, desde la visión organizacional hasta el perfil personal que la representa.

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